HOMILÍA EN LA EUCARISTÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS EN EL 81 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LAS MISIONERAS DEL DIVINO MAESTRO

Queridos jóvenes, hermanas, profesores y amigos:

¡Qué alegría celebrar la fundación de la Congregación de las Misioneras del Divino Maestro, hermanas que con su carisma llevan el rumbo educativo de este colegio.
Cuando decimos que Jesús es “el Maestro”, no estamos hablando solo de alguien que explica temas o pone notas.
Estamos hablando del Maestro de la vida, el que enseña con el corazón, el que no solo habla, sino que te acompaña, te mira, te escucha y te levanta cuando caes.

1. Jesús enseña para sanar y liberar (Isaías 61, 1-3)

¿Recuerdan lo que decía la primera lectura?
“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha enviado a anunciar la Buena Noticia a los pobres…”

Eso es lo que hace Jesús: lleva esperanza donde hay tristeza.
Y hoy sigue haciéndolo.

Cuando alguien te escucha de verdad, cuando te animan, cuando perdonas o ayudas, ahí está el Maestro actuando a través de ti.

Jesús no enseña solo con palabras, sino con amor.
Su clase favorita es el servicio, su materia principal es el amor al prójimo, y su examen final es cómo tratamos a los demás.

Entonces les pregunto:
¿Quiénes de ustedes quieren aprender del Maestro Jesús?
(esperar respuesta)
¡Eso! Pues prepárense, porque sus clases no son teóricas… son de vida.

2. Tener los mismos sentimientos de Cristo (Filipenses 2, 5)

San Pablo nos dice algo muy fuerte:
“Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús.”

Y, ¿cuáles son esos sentimientos?
La humildad, la compasión, el servicio.

Jesús no se creía más que nadie, aunque era Dios.
Se agachó a lavar los pies de sus discípulos.
Y nosotros, muchas veces, ¿qué hacemos?
Queremos tener la razón, destacar, ser los primeros…

Pero el Maestro nos enseña otra lógica: “El más grande es el que sabe amar.”

Entonces, ¿cómo se nota en el colegio que seguimos al Maestro?
– Cuando no te burlas del que se equivoca.
– Cuando compartes.
– Cuando agradeces.
– Cuando no respondes con rabia.
– Cuando ayudas sin que te lo pidan.

Ahí es donde el Divino Maestro te da un 20 en el corazón. 


3. “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Juan 14, 6)

En el Evangelio, Jesús les dice a sus amigos:
“No se preocupen, crean en mí. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.”

Y esa frase es muy actual.
Porque hoy hay muchos caminos, muchas voces, muchas redes, muchos influencers…
Pero solo Jesús enseña el camino que no te confunde,
la verdad que no cambia,
y la vida que te hace feliz de verdad.

Él no te promete que todo será fácil,
pero sí te promete caminar contigo.
En tus estudios, en tus dudas, en tus miedos, en tus sueños.

Cuando no sepas qué hacer,
cuando sientas que no vales,
escúchalo decirte:
“Yo creo en ti.
Camina conmigo.
Tú puedes.”

Queridos muchachos del Virgen Misionera de la Esperanza,
Jesús Divino Maestro no quiere solo alumnos, quiere amigos, discípulos y misioneros.

Él les dice hoy:
“Aprendan de mí, que soy sencillo y humilde de corazón.”
Y les da una misión:
✓ enseñar con la vida,
✓ ser esperanza donde otros se rinden,
✓ ser alegría donde hay tristeza.

Así honramos también el trabajo de las Hermanas del Divino Maestro, que siguen el ejemplo de Jesús educando con ternura y fe.

Y recuerden esta frase para toda la semana: “Jesús no enseña para llenar tu mente, sino para encender tu corazón.”

Pidamos al Señor que este colegio, el Virgen Misionera de la Esperanza, sea siempre una escuela del corazón, donde cada día aprendamos —como decía Madre Soledad, fundadora de las Hermanas del Divino Maestro—
a “enseñar para la vida, y educar para el cielo”. Digamos todos: «Queremos caminar contigo Maestro y Amigo»


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