SOLEMNIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO
Jueves 11 / sep
Lc 2, 15b-19
«María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón»
Hoy nos reunimos para celebrar a la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, esa Madre que quiso acercarse a nuestro pueblo con un gesto lleno de ternura.
La historia nos recuerda cómo la Virgen se apareció al cacique Coromoto, en un momento de choque cultural y de búsqueda de identidad para nuestro pueblo.
Ella vino como Madre, no para imponer, sino para acompañar y conducir hacia su Hijo Jesús.
En María, Dios nos muestra su cercanía y su amor maternal. La Virgen de Coromoto nos invita a ser un pueblo unido, a no perder la fe en medio de las dificultades y a seguir construyendo la esperanza con gestos concretos de fraternidad y justicia.
Así como el cacique recibió la invitación de bautizarse y entrar en la familia de Dios, también nosotros hoy somos llamados a renovar nuestro bautismo, a volver al Evangelio, a dejar que Cristo transforme nuestras vidas.
Que la Virgen de Coromoto interceda por nuestra nación, para que nunca nos falte la fe, para que seamos hermanos, y para que vivamos en paz y solidaridad.
Confiemos en ella como hijos, porque si seguimos sus pasos, siempre nos conducirá a Jesús, el único Señor y Salvador. ¡Qué así sea!