IV DOMINGO DE PASCUA -Ciclo C - BUEN PASTOR
Jn 10, 27-30
«Yo doy la vida eterna a mis ovejas»
El IV domingo de Pascua es conocido como el del Buen Pastor. Este domingo 2025 lo celebramos con la alegría de tener un Pastor Común, un Pastor Universal, un Pastor de todos, el Sucesor de Pedro que el Espíritu Santo nos ha regalado: León XIV.
Jesús en este fragmento del evangelista Juan nos dice que Él y El Padre son Uno. Está hablando de que Él es Dios. En eso tenemos que insistir: Jesucristo es Dios. Hombre verdadero, nacido del vientre Inmaculado de María, pero es Dios. Eso va a dar sentido a todo. Su sacrificio no será el sacrificio de un hombre, ni siquiera el de un hombre justo, su sacrificio es el sacrificio de un Dios hecho hombre.
Y eso da la medida, el valor del sacrificio de Cristo. Es Redentor porque es Dios, es el que muere por el hombre; y como es Dios sus enseñanzas que son de Dios son intocables.
También dice Jesús que sus ovejas escuchan su voz, que Él las conoce, que ellas le siguen y que Él les da la vida. Sino seguimos a Jesús, y no le seguimos porque no escuchamos su voz, no podemos tener la Vida.
Esto es esencial. Este Jesús -Dios hecho hombre- conoce a sus ovejas y quizás no todas las ovejas lo conocen a Él, pero las que lo conocen y lo siguen a esas les da la vida.
Solo Cristo es nuestro Pastor Bueno, y tenemos que conocer y escuchar la voz de Cristo para saber diferenciarla de otras voces que nos llevan a la muerte, no a la Vida que nos da el Buen Pastor. Por eso en la Iglesia tenemos un Pastor Único y Supremo que es Vicario de Cristo, y que nos da la garantía de la voz de Cristo con su magisterio que nos lleva a la Vida Eterna.
Permítanme ahora presentarles tres características del pastoreo de Jesucristo a la luz de esta Palabra:
1. El Pastoreo de Jesucristo es un pastoreo fuerte, nadie puede arrebatarle de sus manos a las ovejas, y tampoco de las manos de su Padre porque Él y El Padre son Uno. El Pastoreo de Jesucristo es fuerte y poderoso; y el poderío de Él para con nosotros nos da seguridad y confianza. Cristo está lleno de poder para salvarnos, para no perdernos, para luchar hasta el final por nosotros.
2. Es un Pastoreo intimo y personalizado. No nos subestima Jesús cuando nos trata como a ovejas, solo pone un ejemplo como podemos poner ejemplos nosotros hoy. Por eso Él dice que sus ovejas conocen sus ovejas, son atentas al Pastor, hay un continuo contacto de modo personal. Nos ama Jesús personalmente, si solo hubieses existido tu en este mundo por ti hubiese venido a dar su vida por tí.
3. Es un pastoreo compartido, por eso el Buen Pastor se hizo Cordero. Así también le llamamos: El Cordero de Dios. Se hizo Cordero para prolongar su pastoreo en nosotros, para hacernos pastores conforme a su Corazón. En las entrañas del corazón de Cristo hemos sido gestados los ministros de Cristo. Por eso nuestro pastoreo tiene que ser como el de Él.
Tenemos que orar mucho para que haya muchas vocaciones, sino no vamos a poder desplegar la nueva evangelización que el mundo necesita y tampoco ningún proyecto pastoral podrá ser mantenido en el tiempo, porque hoy es un día para convencernos de que necesitamos pastores que nazcan del Corazón de Cristo, pastores que nos llevan a los pastos y a las aguas de la Vida, pastores que nos garanticen el Pan de Vida que nos lleva a la Vida Eterna. ¡Qué así sea!
