SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ

Hoy es día de San José, Esposo de la Virgen María,  Padre adoptivo de Jesús, Patrono de la Iglesia, Patriarca de la Nueva Alianza.

José es Patrono porque es Padre, eso es lo que significa la palabra 'patrono', significa padre, no dueño, ni jefe. Y la paternidad de San José la contemplamos en siete características que nos dejó el Papa Francisco en la encíclica Patris Corde, cuando nos convocó al año de San José en el 2020, con ocasión del 150 aniversario de la declaración, por el papa Pío IX, de San José como Patrono de la Iglesia universal.

1. Comienza el Papa diciendo en su encíclica que San José es Padre Amado, es el Padre querido por todos los discípulos de su Hijo, aunque a veces no lo tenemos lo suficientemente presente, pero no por eso lo ignoramos.  Es por eso que su nombre es tan usado como el de su esposa María, el bendito nombre de José que significa "Dios proveerá", "Dios añadirá".

Es amado porque es el custodio de la Sagrada Familia de Nazaret y sigue siendo custodio nuestro desde el cielo. Cuando Gaudí, el arquitecto de la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, comenzó la construcción de ese monumental templo dijo: "San José lo culminará". Y así ha sido. Y también tenemos el gran testimonio de Santa Teresa de Ávila: "No me acuerdo hasta hoy de haberle suplicado nada que no me lo haya concedido". Nos sugiere la Santa de Avila que San José socorre en todo. 

2. También José es Padre en la ternura. Imaginemos la relación de San José con Jesús. El nos ayuda a descubrir la figura insustituible del padre. No puede la maternidad sustituir a la paternidad. Y así se ha pretendido con toda esta crisis de la familia que ha traído la ideología de género y la revolución feminista. 
En San José vemos cómo la paternidad se entrega en la ternura (que no es igual a la de la madre) y también en la autoridad moral. Un padre no es un ogro. Nuestra época ha producido una orfandad de padre, un hambre de padre por ausencias o por traumas. La ternura desde la paternidad es necesaria.

3. También San José es Padre en la obediencia. Nadie que no sabe obedecer no puede ejercer la autoridad. José es el hombre que obedece y eso es importante porque la salvación de Jesús vino precisamente de la obediencia a su Padre Celestial y que aprendió obedeciendo a su padre adoptivo. Una espiritualidad realmente cristiana pasa por la obediencia a Dios y a los superiores legítimos. La obediencia no puede sustituirse por la autorrealización o la autodeterminación tan en voga hoy en día. 

4. José es también padre porque es receptor de la voluntad de Dios. Es Padre porque en el discernimiento ocupó un lugar importantísimo, incluso hasta interpretando sus sueños y las señales de los ángeles. Su GPS celestial siempre lo tuvo activado, fue capaz de adaptarse a las circunstancias comenzando desde el plan que Dios tenía con María, pasando por la emigración a Egipto, y la vuelta de Egipto; y sin contar las veces tuvo que asumir la dirección de su familia durante la vida oculta de su Hijo. 

5. La paternidad de José fue de una valentía creativa. Es decir, José colaboró activamente con el plan de Dios. No enterró sus talentos, los puso a disposición de la encomienda que Dios le había asignado. También fue un hombre lleno del Espíritu. Y fue ese Espíritu que le dio esa valentía creativa que necesitaba para criar al Hijo de Dios. Por eso su nombre es José, es decir, el hombre al que Dios añade, Dios provee, Dios suma. 

6. José es Padre trabajador. Por eso es también patrono de los trabajadores, que celebramos los primeros de Mayo. José era un artesano y el integró a su hijo Jesús a ese trabajo. El trabajo que no es un castigo de Dios, sino una colaboración que Dios nos pidió desde el momento de la creación. José nos ayudó a dignificar el trabajo, hoy día muy distorsionado por las ideologías. Trabajando, el hombre se santifica, transforma y se transforma cada vez más en imagen y semejanza de Dios. 

7. Por último, el Papa en la encíclica dice que San José es Padre en la sombra. ¿Qué significa eso? Significa que padre solo hay uno, la paternidad de José es como un sombra en el sentido de la prolongación de la paternidad de Dios. José nos enseña a vivir la paternidad con esa conciencia, desde la dimensión de la sacramentalidad. El sacerdote es sacramento de Jesucristo y el padre (biólogo o adoptivo) es sacramento de Dios Padre. Es un hacer presente la paternidad de Dios que nos cuida con un amor entrañable. 

Junto a José está María. Ellos desde el cielo ejercen su intercesión por la Iglesia Universal ¡Oh bienaventurado San José muéstrate como Padre y ruega por nosotros. ¡Qué así sea!

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