III DOMINGO DE ADVIENTO -Ciclo C-


Domingo 15 / Dic
Lc 3, 10-18
«Y nosotros, ¿qué debemos hacer?»

Este Domingo se llama GAUDETE, 'Alegrate' porque está cerca la Navidad, la fiesta del nacimiento del Salvador. La alegría viene de Dios. Quién se entrega a la tristeza se deprime y se encierra, y hace de su vida una tiniebla.

La Iglesia en el Adviento siempre dedica dos domingos a meditar sobre la figura de Juan el Bautista. Este hubiese sido el segundo si el pasado no hubiésemos celebrado la Inmaculada Concepción.

Juan nos dice hoy lo que tenemos que hacer. Nos enseña a combatir en ese combate también con obras, con la fe, con la esperanza y con la caridad.

¿Qué tenemos que hacer? le preguntan a Juan; y el da la respuesta: caridad. «El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo».

Dios es la circunstancia que hace feliz nuestra vida. El ha dicho: «he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia». Allí radica la alegría cristiana, en la vida que ha venido traer Jesucristo. 

San Felipe Neri decía: "tristeza y melancolía fuera de la casa mia". Hay gente por hay que viven añorando el pasado: 'qué bella era la navidad de antes': dicen y cantan: estamos contentos... ¿se acuerdan?

Esta navidad también puede ser única y feliz. Eso depende de tí. No dejes de celebrarla, aunque el amigo secreto te regale algo insignificante para tí. No importa. Lo importante es la fiesta que celebramos y que nos hermana, nos hace un pueblo que espera, un pueblo de esperanza. 

Nos tenemos que dar cuenta que lo más hermoso de la Navidad son nuestros seres queridos, porque eso es la Navidad. Dios se hizo carne porque quería tener seres queridos y cercanos: a María y a José. 

El secreto para ser felices en el matrimonio es que él se olvide de ser feliz y se dedique a ser feliz a ella; y viceversa. La esencia del matrimonio es olvidarte uno de uno para hacer feliz a su pareja.

Y así mismo la esencia de la navidad es que tú le hagas feliz la navidad a los demás. Tienes que esforzarte en estos días que quedan por hacer felices a tus seres queridos. 

La navidad es para regalar y no tanto para esperar regalos. Si en la navidad esperas que te den, hay no vas a encontrar seguro la felicidad. Pero si tú estás dispuestos a dar en Navidad aunque tú no recibas nada, vas a sentir el gozo de la Navidad. 

¿Qué le dimos a Jesús en la Navidad? María su regazo, San José le dio seguridad, los pastores algo le llevarían, los reyes que eran los que más tenían le dieron oro, incienso y mirra. Pero eso no es nada, realmente Jesús vino fue a dar.; y la navidad es eso: el recibir de Dios. Por eso en navidad debemos ser dadores alegres. 

Por eso Juan Bautista dice hoy: el que tenga dos túnicas que regale una y el que tenga comida que la comparta. Dale a los demás lo que tú tienes. Comparte en navidad. 

Hoy el adviento cambia de tono, y deja de ser un tiempo penitencial para convertirse en un tiempo de expectativas y esperanza gozosa. Pídele al Señor que te ayude a estar pendiente de los demás como El estuvo pendiente de nosotros. Que te ayude a no dejarte deslumbrar por el comercio de estos días que esconde el misterio del amor del pesebre, donde una joven pareja tuvo que refugiarse en un establo para dar a luz al Rey de Gloria. 

Ese Rey que vino del cielo con las manos llenas de bendiciones a cambio de nada. Pídele a ese Rey la alegría de dar en navidad, de servir en navidad, de olvidarte de ti mismo. 

Pídele que no permita que la tristeza habite en tu corazón, pídele el fruto del Espíritu del dominio de si para poder tener paciencia y gozo. 

En vez de estar pendiente de qué vamos a recibir en Navidad, pídele al Señor el gozo de estar pendiente de qué podemos dar en Navidad. Sabiendo de que un detalle, una palabra, una caricia, un servicio, una oración son una forma de decirle a los demás que ya no están solos, así como tú nos viniste a decir desde el cielo que no estábamos solos. ¡Qué así sea! 

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GRACIAS VIRGEN DE LA CABEZA