XIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO -Ciclo B-
Mc 5, 21-43
«Contigo hablo, niña, levántate»
Estos dos episodios los coloca el evangelista en un mismo relato. Pero ambos episodios tienen mucho en común. Primero son mujeres, segundo tienen ambas 12 años, una de edad y otra de enfermedad. En el sentido bíblico tiene un gran significado el número 12 que alude a las 12 tribus de Israel. En tercer lugar ninguna tiene nombres, el nombre es el tuyo y el mío. En cuarto lugar, ambas son 'hijas', una de Jairo y la hemorroisa es llamada hija por Jesús. En quinto lugar se recupera una vida por una transgresión de la ley.
Jairo, el padre de la niña, transgrede la ley cuando se arrodilla a los pies de Jesús. ¿qué no hace un padre por su hijo? Este hombre desesperado suplica a Jesús y Jesús responde a su solicitud, pero yendo de camino una mujer en medio de la multitud logra tocar a Jesús para sacarle el milagro de Jesús. Se acerca a escondidas porque esta mujer tenía una enfermedad avergonzante que la tachaba de impura, no podía tocar a nadie, si estaba soltera no podía casarse y si estaba casada su marido no podía tocarle.
«La religión tiene como característica poner en primer lugar lo primero: Dios» eso le decía Chesterton; y eso es verdad. Cuando la religión se empeña en poner en primer lugar otras cosas entonces esa religión está distorsionada.
Dios tiene que estar en el primer lugar por el propio bien nuestro aquí en la tierra y por nuestro propio bien en la vida eterna. Es por nuestro propio bien que ponemos a Dios en primer lugar.
Eso tiene que ver con los dos milagros de hoy. El primero el de la mujer con flujos de sangre, una mujer que ha gastado un dineral en médicos buscando curarse y nada, mientras va perdiendo la vida.
¿Por qué Dios tiene que ser lo primero? Porque te conviene. El mundo te está diciendo que se puede vivir feliz como si Dios no existiría, o sin moral ninguna, no hace falta Dios, basta algún filósofo o un coaching cualquiera. Sí, tal vez puedes ser feliz sin Dios, pero hasta que llegue la hora. Como los de Sodoma y Gomorra.
Tú tienes un problema y quieres la felicidad, pero estás herido. Y te vas de médico en médico y te sacan no solo el dinero sino también el tiempo. Primera lección: Solo Dios es el que ayuda a luchar contra tus heridas, tus tentaciones, tus conflictos. Por eso Él tiene que estar en el primer lugar.
Después de curada, Jesús llama a la mujer: 'hija', eso fue algo revolucionario. Porque esa mujer era catalogada como una apartada de Dios, ni al Templo podía entrar; y ahora Jesús la llama hija.
El segundo milagro es el de una niña, cuyo padre pide un milagro. Cuando Jesús llega ya la niña estaba "dormida", no muerta, porque la muerte es un sueño porque hay vida eterna. La vida es como una siesta en la que te despierta inmediatamente en el otro lado.
Jesús, pues, llega a la casa de Jairo y encuentra el alboroto que causa la muerte. Pero él pide que solo lo acompañen sus padres y sus discípulos predilectos y Jesús vuelve a transgredir la ley porque toca un cadáver, y eso estaba prohibido; pero Jesús toca el cadáver para darle vida, como quiere hacer contigo y conmigo.
Este Dios que te da la vida en la tierra, también te da la vida eterna con la misma condición. ¿Cuál condición? Le tienes que poner a Él en el primer lugar.
¿Habrá vida eterna para todos? No. También hay muerte eterna. Si quieres la vida eterna en el cielo tienes que fraguarla desde aquí. No puedes ser un malhechor y sinvergüenza para después pretender encontrarte divinamente en el cielo viendo una puesta de sol junto a la Virgen María.
Por lo tanto, la religión es lo que pone en primer lugar lo primero, Dios en primer lugar. ¿En tu vida está Dios en primer lugar? Seguramente todos responderemos no, o tal vez no lo suficiente, debería estar más.
¿Y por qué? Porque yo necesito un médico que me cure y me sane, y porque quiero vivir para siempre, no morir para siempre. Dios es mi mejor amigo, el médico de mi alma. Quiero qué Él sea lo primero en mi vida. !Qué Dios sea el primero en tu vida! ¡Qué así sea!
