VI DOMINGO DE PASCUA -Ciclo B-
Jn 15, 9-17
«¡Cómo yo los he amado!»
El evangelio de hoy es una continuación inmediata del evangelio del domingo pasado que nos hablaba de la Vid Verdera que es Cristo. Hoy nos sigue hablando el evangelio del permanecer en Cristo, pero hoy nos remite al Amor: "Permanezcan en mi amor". El amor es una palabra que está muy distorsionada, lamentablemente la palabra 'Amor' se ha reducido a un puro placer sexual. Jesús hoy nos habla de un amor que viene del Padre: "'como el Padre me amó, así los amo a ustedes."
También durante esta semana, en la Misa diaria, hemos estado meditando sobre este mismo evangelio leído en fragmentos más cortos, el capítulo 15 de San Juan en el contexto de la Última Cena.
Ya ha lavado los pies a sus discípulos para que entiendan su mandamiento, para que lo entienda con su ejemplo: "Amense como yo los he amado" . También nos recuerda que como a Él, también a nosotros nos perseguiran, nos tocará la Cruz, pero también la gloria.
Cristo nos pide guardar sus mandamientos, y esa orden está más allá de cualquier sentimiento, Cristo nos pone en el plano del servicio, no del puro sentimentalismo. Nuestra esencia está en el servicio, está en el ayudar. Díos no nos diseñó para ser destructores; no es parte de nuestro ADN. Somos humanos porque podemos cooperar, ayudando y sirviendo. No tenemos excusas.
Jesús nos lo advirtió, no puede sorprendernos cuando nos llega la persecución, la incomprensión. Esa crítica, esa tortura, esa incomodidad es un paso para la Vida Eterna. Es verdad que yo no tengo que buscar la persecución, la crítica, la deshonra; ni para mí ni para los míos.
¿Pero cuál es el precio que tengo que pagar para que eso no me pase eso? ¿Renegar de Cristo? De ninguna manera. Si con toda esa adeversidad sobre mi yo me uno a la Cruz de Cristo, entonces bendita adversidad, bendita persecución si me acercan a Cristo y a su Gloria.
También el Evangelio termina diciendo: «De modo que lo que pidan al Padre en mi nombre El se lo de»; y antes había dicho: «No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los he elegido y los he destinado para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca».
¿Qué significa pedir en nombre de Jesucristo? Significa asemejarnos a Cristo, entrar en comunión con Cristo. No es como los hermanos cristianos evangélicos se la pasan gritando: "en el nombre del Señor yo te ordeno, "en el nombre de Jesús quedas sano". No. Se trata de que Dios Padre vea en nosotros a su Hijo. Y por eso no nos va negar nada el Padre del cielo si nos asemejamos a su Hijo, como los santos y santas del cielo.
Si permanecemos en Cristo, a pesar de nuestra pequeñez y limitacion, cuando pedimos al Señor, el Padre nos escucha. Por eso creemos en la Comunión de la Santos. Los santos están unidos a Cristo y Cristo reza por nosostros al Padre.
Lo ha dicho El Señor: si están unidos a mi pidan y se les dará. ¿Por qué no tenemos suficientes milagros? Porque no tenemos fe, porque no estamos unidos a Dios. ¿Cuántos milagros consiguen los santos de Dios? ¿Cuántos milagros consigue la Santísima Virgen? Porque están unidos a Dios.
Lo consiguen porque están unidos a Dios. Tengamos hermanos eso bien presente. Si estamos unidos a Dios, si aceptamos por amor a El la persecución, el Señor no nos va dejar solos. No nos va abandonar en la hora de la prueba, nos abrirá las puertas del cielo y nuestras súplicas serán escuchadas ¡Qué así sea!