DOMINGO DE PENTECOSTÉS
PENTECOSTÉS
Jn 20, 19-23
«Sopló sobre ellos y les dijo: "reciban el Espíritu Santo"»
Es Pentecostés, es el día en que recordamos y celebramos la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y María Santísima. Es el día del fuego, es el día del Amor. Es el día del Espíritu Santo, es el día del nacimiento de la Iglesia.
El Espíritu Santo es el santificador, día en que por lo tanto recordamos la misión santificadora del Espíritu; misión santificadora que comienza con llenar nuestros corazones del fuego del Amor de Dios.
Pídele hoy al Espíritu Santo el Amor de Dios. «Dame amor», le pedía San Agustín. Dile hoy que encienda tu corazón con su Amor. No seas tibio, aburrido, triste, indiferente; pídele al Espíritu Santo que encienda tu corazón con el fuego de su Amor.
Todos los días pídele esa gracia al Espíritu Santo, pídele Amor.
Hoy es un día para renovar la fe en el Espíritu Santo, El Espíritu es el que lo hace todo, lo mueve todo, le da vigor y fuerza a nuestra debilidad.
El ama a nuestra familia, más que nosotros, ama a nuestra Patria más que nosotros, ama a la Iglesia más que nosotros, tengamos confianza en la actuación de Dios en nosotros.
También hoy es día de los carismas del Espíritu Santo. Es El quien manda los carismas, lo envía a través de las personas y es para el bien de todas las personas, son medios de santificación. Hoy tenemos que pedirle al Espíritu sus dones, pídeselo hoy y si no has hecho la novena, entonces empieza hoy el octavario para pedir al Espíritu sus dones y sus frutos. ¿Cuál don necesitas más? ¿Cuál fruto del Espíritu Santo te hace más falta?
El Espíritu Santo es el único que puede transformarnos, tu no puedes transformar a nadie, tu no puedes cambiar a nadie, eso solo lo hace el Espíritu Santo.
Tambien el Espíritu Santo nos quita el miedo, la gente vive llena de miedos, no solo miedo a los malandros, ese miedo es entendible. Tienen otros miedo: miedo a la vejez, miedo al dolor, miedo a la insatisfacción y a encontrarse consigo mismo. Por eso buscan protección en el alcohol, en la afectividad, en el sexo. ¿Tienes miedo? Clama al Espíritu Santo, dile que venga, siente Su Presencia.
Estamos llamados a ser santos, y para serlo necesitamos del Espíritu Santo. Es el gran aliado en esa tarea diaria, la de ser santo, pídele tres DONES o GRÁCIAS espirituales para eso:
1.- Pidele LUZ para saber distinguir el bien del mal, para que los lobos no te alcancen y te devoren. Para que puedas ver por donde no puedes transitar.
2. Pídele CONSUELO. El Espíritu Santo es el Paráclito, que significa consolador, defensor. Pídele que te consuele porque muchas veces estás cansado y agobiado; que te ayude a caminar a veces tan cuesta arriba en las relaciones familiares por ejemplo, en dónde no todo depende de ti, pero te afecta a tí. Necesitamos el consuelo del Espíritu para llevar esas situaciones.
3. Pídele FUEGO espiritual. Sobre los Apóstoles y la Virgen en el cenáculo, la tarde de Pentecostés se posaron como lenguas de fuego. Pídele ese mismo fuego al Espíritu y que te saque de la inercia, de la pereza, de la tibieza. Necesitamos esa dosis especial del Espíritu para que nos enamoremos de Jesucristo y amemos al Amor. Necesitamos ese fuego para entendernos, porque a veces no basta que hablemos el mismo idioma para entendernos, necesitamos ese fuego del Amor de Dios para entendernos y llegar a acuerdos.
Manda dones Santo Espíritu, manda tu Medicina del alma y también del cuerpo, defiéndenos, consuélanos!
