VIGILIA PASCUAL 2025
Sábado 18 / Abril
Lc 24, 1-12
«¿Por qué buscan entre los muertos al que vive?»
Estamos otra vez en Pascua y nuestro corazón se alegra cuando decimos: «Cristo ha Resucitado» porque el Resucitado ha venido hacer nueva todas las cosas.
Hoy celebramos que también nosotros somos nuevos en esa Resurrección que nos afecta para nuestro bien. Lo más grande que nos ha pasado es que Cristo ha Resucitado, si estamos aquí es porque Cristo ha Resucitado, desde hace dos mil años ese ha sido el anuncio que ha movido el mundo, que la muerte ha sido vencida porque Cristo ha Resucitado.
Si estuviéramos en el siglo II cuando los emperadores romanos perseguían a los cristianos, o nos vamos más atrás cuando los cristianos se reunían en el templo de Jerusalen pero eran muy mal vistos por los judíos quienes planificaron la primera persecución a los seguidores de Cristo.
O vámonos en el viaje del tiempo al siglo pasado a países como México o España que vivieron sangrientas persecuciones, regando con la sangre de los mártires la tierra donde se sembraba el Evangelio.
Nosotros siempre tenemos como cristianos que proclamar que Cristo está vivo, eso es lo primero. Eso eran lo que hacían nuestros hermanos los mártires: Cristo está Vivo, de esos mártires hemos sacado la fuerza para no rendirnos. Ellos se dejaron matar porque veían el cielo, porque tenían la confianza de que Cristo los esperaba en la morada eterna.
Fueron hombres y mujeres que tomaron su cruz y siguieron a Cristo. Ayer contemplamos y adoramos esa Cruz, la de Cristo; pero también veíamos la nuestra. Esa cruz nuestra de cada día, la cruz personal, la cruz qué viene de la familia, la cruz qué viene de un trabajo injusto o de la falta de empleo, la cruz que nos toca llevar a todos por el momento tan convulso en el que vivimos, en un mundo que no termina de darse cuenta de la causa de sus conflictos.
En este contexto, los cristianos que hemos decidido tomar nuestras cruces y seguir a Cristo nos llenamos de Esperanza y decimos: "si hemos muerto como Cristo, viviremos con El" Por eso no me bajo de la cruz, porque sino no podré resucitar. La Resurrección pasa por la Cruz. No hay otro camino. Si muero con El, con El viviré.
Esto es lo que ha mantenido a la Iglesia de pie, esta confesión de Muerte y Resurrección de Jesús. Por eso llevamos dos mil años celebrado esta noche. Por eso no es casualidad que una de las lecturas de esta noche, la tercera lectura nos relata el éxodo que hizo el pueblo de Israel de Egipto, tuvieron que huir de esos represores, y Dios estaba con ellos.
También hoy, también hoy somos perseguidos como los fueron esos israelitas, como lo han sido los cristianos en estos dos milenios de historia. Pero, ¿quién podía pensar que no íbamos a dispersarnos ante la sangrienta persecución de los emperadores romanos? Desde un punto de vista lógico, era para desaparecer de la faz de la tierra.
Desde un punto de vista lógico, no tendríamos que estar aquí, tendríamos que haber desaparecido hace dos mil años. Y todavía hoy nos minimizan, con sus medios de comunicación nos hacen creer que ya no exitimos, que nuestras iglesias están vacías, y todo es mediático, todo eso no existe en la realidad.
¿Por qué hay pueblos que han salido de crisis sociales terribles? Porque se ha mantenido firmes en Cristo Jesús. Esa es la Esperanza. En el vencemos. Si volvemos a Cristo podemos salir de este atolladero, sino volvemos a Cristo no aprenderemos, porque Cristo tiene la respuesta y la respuesta es el amor, no es el dinero.
Solo en Cristo y por Cristo tenemos solución, pero no nos bajemos de la Cruz para que en El tengamos Vida en abundancia.
Desde Cristo, desde el amor volvamos a acercarnos a Cristo en nuestras familias, en nuestros trabajos, en nuestros proyectos personales y comunitarios.
Digámosle al mundo: Hay Esperanza en Cristo. ¡.ALELUYA ALELUYA.! Verdaderamente Él ha Resucitado