V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO -Ciclo B-

Domingo 04 / FEB
Mc 1, 29-39
«Curó a muchos enfermos de diversos males»
Hoy vemos que Cristo salir de la sinagoga y se va a la casa de Pedro, esa casa es signo de la comunidad cristiana. Y por allí quiere seguir su ministerio, por la comunidad cristiana.

Dice el evangelio que la suegra de Pedro estaba en cama (es decir bloqueada, imposibilitada) y tenía fiebre, es decir relata la causa de la incapacidad. 

Cuando uno conoce a un profesional especialista uno siempre tiene alguna incógnita que busca resolver, sea un médico, un constructor, etcétera. Pasa lo contrario cuando conoces a alguien que tiene una necesidad, si se despierta en tí el servicio entonces eres discípulo de Cristo, pero si tú también te ves como un necesitado es porque también estás enfermo y necesitas que también Cristo se acerque a ti y te tome de la mano.

Y fue lo que hizo Jesús, se acercó y le tendió la mano a esta mujer. ¿Esa es nuestra actitud? ¿Tiendes la mano o te lavas la mano? No esperes que un amigo, un familiar o un vecino se acerque a ti para pedirte ayuda, se un poco inteligente y acércate tu, no busques excusas. En este milagro Cristo no dice una palabra, pero sus gestos lo dicen todo.

Dice este texto también que Jesús buscó tiempo para la oración. Cuánta falta nos hace la oración, es un medio que infravaloramos, muchos creen que eso es perder tiempo. 

Jesús busca ese tiempo para estar a solas con el Padre, a nosotros a veces medio nos alcanza darle a Dios lo mínimo exigido, venir el Domingo a la Eucaristía y hasta allí.

 ¿No te das cuenta que a lo mejor tu tiempo para estar con Dios es muy reducido? ¿Por qué reducirlo a solo cuarentas minutos o a una hora los domingos habiendo Misas todos los días de la semana?, en la que puedo ir a orar, porque la Eucaristía, la Misa, es la máxima oración del cristiano, la que hacemos al Padre Celestial por medio de Cristo. 

Es muy frecuente toparse con gente agnosticas que te preguntan: ¿para que te sirve la fe?, ¿para que te sirve ir a la Misa de Domingo? Para ellos eso es algo inservible, sin ninguna utilidad. Creen que tener fe es perjudicial. En ese mundo vivimos. 

La cuestión es que para nosotros, católicos, la vida no tiene sentido sin Dios. ¿El centro de tu vida eres tú mismo? ¿Y tú pareja? ¿Y tus hijos? El creyente tiene el centro de su vida fuera de él, el sabe que no es Dios. Y solo se arrodilla ante Dios, solo adora y sirve a ese Dios que está fuera de él; y eso lo hace servidor y agradecido, como la suegra de Pedro. 

El hecho de no tener el centro de tu vida en ti mismo, te lleva al servicio. Si tuvieras el centro de tu vida en ti mismo, serías tu príncipio y tu final, no te importaría nada más, eres Dios de ti mismo. 

Para eso sirve la Fe, para eso sirve la religión, para ser más humano; para no ahogarte en tu egoísmo, para no pensar solo en ti. 

El hecho de adorar a Dios, de amar a Dios te lleva a ser una persona que por Dios ama al prójimo, qué por Dios perdona, que es agradecida, feliz; porque al final solo el amor te va a ser feliz. ¿Para qué sirve la fe? Para ser feliz; ¿Para qué te sirve tu egoísmo, tu falta de fe, tu ateísmo? Para ser una persona desgraciada, que se queja por todo y que hace desgraciadas a todos los le rodean.

«Vamonos a otra parte» le dice Jesús a Pedro cuando este lo encuentra y le dice: ¿dónde te has metido, toda estos enfermos te buscan? ¿Para qué buscaban a Jesús? ¿Para escucharlo? ¿Para darle gracias? No, solo para pedir y pedir y pedir. Hermanos, Jesús también puede agobiarse de nosotros y decir lo que dijo a Pedro: 'vámonos a otro lado", que no sea así Jesús con nosotros, que vengamos a la Eucaristía a escucharlo y a darle gracias, que El ya sabe lo que necesitamos.

Sintámonos afortunados de tener fe, y pongamos esa fe al servicio de nuestros hermanos. 



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