La Sagrada Familia de Nazareth (B)
Domingo 31/Dic
Lucas 2, 22-40
Fiesta de la Sagrada Familia
Hoy es el domingo de la Sagrada Familia, siempre es el primer domingo después de la Navidad. La Iglesia nos presenta a esta familia como modelo, modelo difícil de alcanzar, pero lo importante es que la Iglesia nos presente un modelo, unos parámetros a seguir y en los que podamos revisarnos.
Aunque los maridos no sean como San José, y las esposas no sean como la Virgen y menos los hijos como Jesús, todos estamos invitados a poner nuestra mirada sobre esta familia santa e inmaculada y asemejarnos aunque sea un poquito a ellos, todos los días.
En este envangelio, el evangelista Lucas quiere presentar al niño en el templo de Dios, lugar al que a la vez peregrinaba todo el pueblo. Recordemos que el nacimiento del Salvador fue muy desapercibido. Pero con este relato, Jesús es presentado como el esperado, el Mesías que esperaba el pueblo de Israel.
En el templo llama la atención que no hay ningún rito, o por lo menos el evangelista no cae en esos detalles. A el le interesa presentar a los ancianos Simeón y Ana que son como el signo del anhelo de ese pueblo y como los escogidos para anunciar que ese niño es la luz, que ese niño es la nueva alianza que Dios quiere sellar con su pueblo.
A nosotros en Venezuela, el covid y también el éxodo que hemos tenido nos ha afectado mucho, ha disgregado familias, y por supuesto también a las parroquias. La territorialidad ha sido superada por el mundo online; el mundo virtual, a través de las pantallas ha cambiado nuestro tipo de relaciones.
La parroquia ya no es el único lugar en el que el católico va para hacer comunitaria su fe, para nutriste espiritualmente y formarse en la doctrina del magisterio eclesiástico. Ya venía dejando de cumplir esa función incluso antes del covid, ahora ya hay hermanos en la fe que hacen comunidades virtuales, que han forjado incluso familias espirituales vía online.
Por supuesto que no podrá nunca ese modo nuevo de relaciones sustituir la presencia física y territorial de nuestras parroquias, pero no podemos negar tampoco que las novedades online de este mundo ya son insistituibles. Ya podemos nutrir nuestra espiritualidad conformando comunidades online y con hermanos incluso que están en otros continentes.
Hay cosas que la familia espiritual no podrá hacer que la familia parroquial seguirá gestando, por ejemplo la comunión sacramental, la Misa diaria presencial, la confesión sacramental, la formación inicial para los niños, que no deja de ser suficiente y tampoco la correcta. Es urgente brindar complementariedad con la asistencia online.
Yo recuerdo cuando el Papa decretó el año de San José en el año 2020, la mayoría de los católicos no se enteraron porque las parroquias estaban cerradas por el covid y las que se arriesgaban abrir estaban vacías por temor al contagio. ¿Y si hubiésemos en ese momento, hace tres años, potenciado nuestras relaciones online? ¿No habríamos sacado del purgatorio a nuestros difuntos ganando las indulgencias para ellos en ese año de San José, que incluso la Iglesia las hizo más fáciles para ganarlas? Pero la mayoría no se enteró, y el año de San José pasó con más pena que gloria.
Eso nos dio atender que no basta con la familia parroquial, es necesaria la familia espiritual, que se gesta desde tu propia espiritualidad.
Si eres cursillista, carismático, catecumeno o de alguna pequeña comunidad cristiana o de otro grupo parroquial, no puedes ponerte al margen de ese mundo virtual, necesariamente tienes que integrarte a un grupo de WhatsApp, tienes que darle el correo electrónico a tu coordinador o responsable, y tienes que prepararte para recibir semanalmente los subisidios formativos, la Palabra de la semana, las informaciones de la actualidad de la iglesia. Ojo, no solo para enviar avisos o cadenas, que por eso hay gente que se aturde de eso, yo el primero.
Pero hacia allá tenemos que ir. A mí en, lo particular, a veces me preocupan los enfermos, hermanitos a veces de misa diaria que dejan de comulgar por la enfermedad y que no saben cómo comunicarse con alguien de la parroquia para que le lleven la comunión el domingo, tampoco los ministros somos solícitos para captar la necesidad espiritual del hermano enfermo, olvidamos que nuestro ministerio también es evangelizador.
Necesitamos formar una red de formación e información paralela a la parroquia territorial en la que vivimos, que haga más fuerte los lazos de la espíritualidad de la que nos alimentamos. Si uno tiene hambre y no tiene comida y no le dan de comer, eso no es culpa suya; pero si hay comida y tienes hambre, eso sí es culpa tuya. Si no eres capaz de saber cómo transmitirle la fe a tus hijos porque no tienes la capacidad, eso quizás no sea culpa tuya; pero si tienes los recursos para hacerlo, y no los usas, entonces si es culpa tuya.
Si tú hijo pasó los 8 años y no se ha bautizado y ahora quieres bautizarlo pero la Iglesia te exige que el niño empiece la catequesis de itinerario no tienes que molestarte, hay una razón, y la razón es que la Iglesia ya no confía en tu capacidad para transmitirle la fe a tu hijo, porque si esperaste 8, 9 o 10 años para bautizarlo, ¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que lo lleves a la catequesis de comunión o confirmación? La Iglesia solo quiere ayudarte a que cumplas tu misión.
Hermanos este tiempo que vivimos es muy duro, tanto que hay parroquias que ya han cerrado porque no hay sacerdotes o porque no puede subistir económicamente, ¿Nos vamos a cruzar de brazos? ¿Vamos a decir: el último que cierre la puerta? ¿Qué podemos hacer? El Señor nos está mostrando el camino, como se los mostró a los Magos y a los Pastores. La realidad online debe complementarnos, sin complejos de ningún tipo, el mundo que nos tocó vivir es otro.
Permítanme regalarle hoy día de esta familia sagrada algunas luces que hará que las familias de ustedes también sea sagrada:
Es necesario trabajar por la unidad, porque si una familia está dividida está poseída por el diablo, hacen de su casa un infierno y allí no hay quien viva, porque nadie trabaja por la unidad, a nadie le importa. Han dejado que el diablo gane e imponga la división.
Aparte de la unidad también es necesario el respeto, el respeto por las diferencias. En la familia hay niños, jóvenes, adultos, ancianos. Cada uno con una diversidad a la que estamos invitados a respetarlos. No exijas respeto si tú no ofreces respeto. En la familia Dios es el centro, solo Dios es Dios. No pretendas tu ser dios de tu familia.
Para vivir en unidad en la familia, es necesario que haya amor humano, pero también amor a Dios de primero. No podemos quitarle la motivación religiosa de la familia, sino se hace muy difícil. Es necesario que el amor a Dios esté presente, porque cuando el otro se hace insoportable entonces yo lo sigo amando por amor a Dios, por amor a Jesús. Llegará un momento a lo mejor que tendrás que decir, te amo porque amo a Dios, si no fuera por Dios no te amara.
Siempre es importante volver a empezar, no acumules los agravios, vuelve a empezar cada día, ten la capacidad de dar una y otra oportunidad. No empieces por decir: "es que ya yo lo conozco" para cerrar todas las puertas, porque puedes hasta cerrar las puertas a Dios. Contigo mismo, date una oportunidad contigo mismo, todos los días podemos comenzar.
Perdona y pide perdón. No pedir perdón como excusa y engañar y seguir en lo mismo. El perdón es un regalo en el que se pone el esfuerzo para cambiar.
Intenta siempre ponerte en el lugar del otro. ¿Tu no fuiste nunca un niño? ¿Tu no tuviste 16? ¿Tu nunca serás anciano? ¿No eres capaz de ponerte en el lugar de la mujer; y tu mujer, no eres capaz de ponerte en el lugar del hombre? Ponte en el lugar de tu mujer, de tu esposo, de tus hijos, de tus padres, de tus abuelos.
Podemos empezar a vivir en nuestras familias como si ya fuera el cielo, ¿por qué entonces se empeñas en convertirla en un infierno en el que nadie puede vivir?
Oremos hoy por nuestras familias, por todas las familias. Recordemos lo que la Virgen dijo en Fátima a los pastorcitos, que el demonio está empeñado en destruir a las familias, y se ha cumplido hoy esa profecía mariana, nunca antes las familias habían sido objeto de tanta conspiración mundial, incluso conspiraciones amparadas por los poderes de este mundo.
Yo siempre que rezo este misterio de gozo del santo rosario, el cuarto misterio, rezo por las familias; de modo especial por las que no tienen a Dios en su sitial de honor, por las familias que no han sido evangelizadas y por las que se han alejado de la fe. Te invito a orar por las familias. Que Jesús, María y José nos bendigan.
Vayamos al templo con Jesus, María y José, vayamos en familia a encontrarnos con el Dios que nos ama y nos ha dado a su Hijo, que aún siendo Niño nos trae luz y alegría. Dios bendiga a toda tu familia.