DOMINGO I DE ADVIENTO -Ciclo B-


Domingo 3 / Nov - I Adviento
Mc13, 33-37
«Estén despiertos, pues no saben cuándo vendrá el señor de la casa»

Comenzamos el adviento, tiempo litúrgico marcado por el morado, el color de la penitencia, y que tenemos que emplear para celebrar la Navidad. 

Es un tiempo fugaz, menos de un mes. Un tiempo en que la gente se engalana, decora, adorna las casas. No pasemos por alto que tenemos que también preparar el alma. 

En este evangelio hay una insistencia con la palabra «vigilen», «estén atentos», el dueño de la casa vendrá y por eso se nos dice que estemos atentos para que cuando El llegue no lo dejemos pasar, porque nos podemos perder todo lo bueno que Dios nos quiere dar. Cuidado y nos encuentre dormidos, estemos despiertos. 

 ¿Qué hacer en este adviento? 

1. Lee los primeros capítulos del evangelio de Lucas, poco a poco, léelo con una lectura orante haciendo oración con lo leído, esos relatos ya ayudarán a centrarte en el misterio de fe que vamos a celebrar a partir del 24 de diciembre.

2. Incrementa tu relación de hijo con tu madre, la Virgen María. Rézale más a ella, y practica la virtud de la humildad que la caracterizaba a Ella. María pisó la cabeza de la serpiente, y eso lo hizo por su humildad. El Adviento es tiempo de la Virgen.

3. También incrementa tus lazos familiares, porque la Navidad es el tiempo de la familia. Cuida a tu familia, perdona a aquel familiar que te ha ofendido, perdona tu también si es necesario. Reza por los que están en condición de migrantes.

4. Ejercítate en la esperanza. Pero la esperanza no es posible, como dice San Agustín, si no hay amor. Sin amor no hay esperanza; y en el atardecer de nuestra vida, como dice San Juan de la Cruz, seremos examinados sobre el amor.

Pidámosle a Dios que nos de este regalo en este adviento, ven Señor a mi alma, te espero como te espero la Virgen y preparo el camino dentro de mi y alrededor mío para tu encuentro en esta Navidad. 




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